El Indec difundirá hoy los datos de la inflación de septiembre, el mes con el porcentaje más alto de todo el año. Desde las consultoras privadas estiman que será de entre un 5% y un 7%. Aún cuando se alcance el mínimo esperado, esta será la inflación más alta y, según el Gobierno, la cima de una subida que comenzará a decrecer, a partir del próximo mes.

Este salto en la inflación se debe a la fuerte corrida cambiaria, que tuvo lugar en agosto, a los múltiples incrementos de la nafta y el gasoil y a un efecto arrastre de los años anteriores.

Hasta agosto, el Indec viene registrando en el acumulado anual de la suba de precios de 24,3%, mientras que en la comparación interanual, la inflación ya es del 34,4%. Quedando por delante pocos meses, pero de alta importancia inflacionaria, en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), las consultoras proyectaron que el 2018 terminaría con 44,8% de acumulación anual de la inflación.

Por otro lado, los economistas advierten del efecto de degradación en la transferencia a precios de los episodios inflacionarios, que se vivieron en mayo y agosto. De esta forma, el aumento de los precios se da en cuotas y con una duración más extensa. Este fenómeno se debe a que el consumo minorista, ya se encontraba en niveles bajos, antes de la corrida cambiaria, y por lo tanto, las empresas no podían pasar en su totalidad la suba de costos, que implicaba un tipo de cambio más alto.

El aumento de precios, fruto de la inflación, viene siendo una prueba muy fuerte para el Gobierno, que desde diciembre pasado viene redefiniendo las metas de aumentos de precios. Después de las alteraciones de la moneda extranjera y las consecuencias que trajo para la economía, desde el Ejecutivo se tuvo que descartar el esquema de metas de inflación con el que se venía trabajando, para instaurar uno de agregados monetarios en el nuevo programa acordado con el Fondo Monetario Internacional.