Una tormenta obligó al avión a desviarse y aterrizar en una base aérea. Las imágenes del piloto repartiendo la comida se volvieron virales.
El hombre entendió a la perfección la expresión "al mal clima buena cara" y tomó una decisión para poder sobrellevar la dura espera. Sabía que el humor de sus pasajeros estaba por el piso porque el avión había partido de Los Ángeles rumbo a Dallas y tras dos horas en el aire el clima lo complicó todo. La nave comenzó a dar vueltas en el aire intentando esquivar la tormenta, pero tras 90 minutos no quedó otra que aterrizar y esperar que las condiciones mejoren.
Está claro que era la mejor decisión, pero los 160 pasajeros llevaban casi tres horas en el avión (sin contar la espera previa en el aeropuerto) y después se encontraban en la base aérea Shepherd Air Field en Wichita Falls (Texas), sin saber cuándo despegaría nuevamente el avión. Eso no era lo que habían planeado para su viaje y el mal humor se apoderó de todos en poco tiempo.
Vivo y rápido de reflejos, Jeff Raines el piloto del vuelo 2354 de American Airlines, tuvo una genial idea para hacer la espera un poco más llevadera para todos. Agarró su teléfono y, para calmar los ánimos, decidió llamar al delivery y pedir 40 pizzas para repartir entre los pasajeros.
Sorprendido por la increíble escena, Josh Raines, uno de los empleados de la base, sacó su teléfono y comenzó a grabar la genial iniciativa del piloto, que no sólo pidió la comida para los pasajeros, sino que también se hizo cargo del costo y repartió las cajas él mismo. "No creo haber visto algo así antes", comentó Raines sobre el video que se volvió viral en las redes sociales.
Faltaban unos pocos kilómetros para llegar al destino final y, dos horas más tarde, finalmente el cielo se despejó, los pasajeros y la tripulación subieron al avión nuevamente y despegaron para completar el vuelo con el breve viaje hasta el aeropuerto internacional de Dallas.