Al llegar a la oficina encontró un mail recibido a la 1.42: "Camarada, por medio de la presente se le notifica que usted ha sido seleccionado para cumplir el compromiso patriótico y revolucionario como patrullero de cara a las elecciones parlamentarias del próximo 26 de septiembre". El mensaje forma parte de una serie de documentos, comunicaciones y testimonios internos que revelan detalles de cómo funciona la petrolera estatal Pdvsa antes, durante y después de las elecciones.
 
Tiene fecha del 16 de julio de 2010, cuando faltaban nueve semanas para elegir nuevos diputados para la Asamblea Nacional. La corporación desarrollaba entonces la primera fase -la de designación de responsables- de los planes de movilización y logística de una potente maquinaria de arrastre electoral en la que su personal y sus recursos se pusieron a la orden de los objetivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), partido fundado por Hugo Chávez.
 
"No había opción de decir que no porque te tocaba despido", señala uno de los destinatarios de la comunicación, un ex trabajador que pidió no revelar su identidad. Sin otra opción, se puso a la orden para las labores que cumpliría semanas después: viajar al municipio asignado; llamar a los coordinadores del PSUV para cada centro electoral; instalar los puntos rojos cerca de las escuelas; verificar la votación de las personas incluidas en las llamadas listas del 1x10 (cada persona recluta a 10 votantes); proveer los refrigerios para activistas; pagar el transporte; reportarse cada hora para informar a la sala de situación sobre la afluencia de votantes y determinar cuándo se requería una "operación remolque".
 
Las actividades forman parte de una serie de protocolos que la empresa ejecutó en las elecciones del último lustro, de acuerdo con los documentos obtenidos y los informantes consultados. Ahora la compañía se volcó al respaldo de la candidatura de Nicolás Maduro.
 
"Al principio nuestra participación era más desorganizada, la gente era voluntaria. Luego se nos amenazaba con perder beneficios", recuerda el ex empleado de Pdvsa.
 
Desde hace dos años, la red de la petrolera impide el reenvío de los correos electrónicos a buzones externos. Algunos trabajadores muestran fotos de los mensajes que recibieron en marzo con convocatorias a las concentraciones a favor de Maduro. "¿Activaste tu 1x10?", se lee en uno de ellos, en el que aparece una foto del candidato sonriente. En otro se les pide hacer encuestas telefónicas para convencer a los indecisos.
 
En el comando de campaña de Maduro se destaca Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo y Minería, como director de movilización y despliegue, el hombre que maneja una de las primeras 40 empresas del mundo, según la lista de Forbes, y que dispone de aproximadamente 100.000 empleados y reportó ingresos totales de 124.400 millones de dólares en 2012, un monto cinco veces mayor que el presupuesto de Ecuador para el año pasado.
 
Fuente: La Nación