Una parte del dinero que estaba en los bolsos de José López aquella noche en que el exfuncionario fue detenido en el convento de General Rodríguez pasó por Estados Unidos y terminó en el Banco Finansur, una institución que luego fue adquirida por el empresario kirchnerista Cristóbal López.

Unos US$3,2 millones fueron enviados el 11 o 12 de octubre desde Nueva York "puerta a puerta" a través de la compañía Brinks Global Services, según consta en la resolución del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 1, que lleva adelante el juicio contra el exfuncionario kirchnerista.

Las fuerzas de seguridad realizaron el viernes un operativo sobre el Banco Finansur para requerir información que especifique los datos del titular de la cuenta donde fue depositado el dinero que después terminaría en los bolsos de López y quiénes retiraron ese dinero de la institución.

Al momento de la operación, el banco era operado por Jorge Sánchez Córdova, indicaron fuentes judiciales. Unos meses después, en marzo de 2012, fue comprado por Cristóbal López.

José López, convertido en un ícono de la corrupción kirchnerista, será juzgado desde el 11 de junio próximo por el TOF N° 1, integrado por los jueces José Michillini, Gabriel Vega y Adrián Grunberg. El fiscal encargado de acusarlo será Miguel Ángel Osorio.

López está preso en el penal de Ezeiza desde el 14 de junio de 2016, cuando un vecino de un convento de General Rodríguez llamó a la policía al ver a un hombre en plena noche arrojando bolsos cargados con una fortuna por encima de la pared. La policía llegó al lugar lo detuvo y descubrió el botín que ocultaban los bolsos.

Al declarar ante la Justicia, López solo dijo que "el dinero provenía de la política", pero no aportó ningún detalle adicional, por lo que el juicio oral abre la expectativa de que allí pueda dar más detalles del origen de los fondos para beneficiar su situación.

López también va a juicio por ser considerado el verdadero propietario, junto a su esposa, de la casa de Dique Luján en Tigre, una propiedad de 200 metros cuadrados sobre un terreno de 2000, y que fue valuada en 680.000 dólares.

El contador Andrés Galera figuró como propietario de la vivienda hasta 2010 y desde ese momento pasó a manos del empresario de la obra pública Eduardo Gutiérrez. Si bien los empresarios figuraban como dueños, la Justicia entendió que en realidad eran los testaferros.

En los bolsos de López había casi US$9millones, 150.000 euros y una carabina. Los llamados telefónicos que efectuó revelaron que la noche anterior habían pactado la visita del exsecretario al lugar a través de conversaciones de él con una de las monjas y con su esposa, María Amalia Díaz.

Por ese hecho, también va a juicio la esposa de López y la monja Celia Inés Aparicio, quien está acusada del delito de encubrimiento, puesto que aparece en imágenes de cámaras de seguridad ayudando a ingresar los bolsos.

En caso de ser condenado, López puede recibir una pena que va de los 2 a 6 años de prisión, inhabilitación perpetua absoluta y el decomiso de sus bienes.