La Ingeniera Agrónoma Alejandra Canale, titular del Inta se presentó en Micrófono Abierto, donde explicó la situación que están viviendo los productores en el sur de Córdoba.

Frente a la llegada de la lluvia, Canale expresó que si bien alivia un poco, “por más que lluevan muchos milímetros la cosecha primavera verano está finalizando y el daño está hecho. Sí nos permite organizar los verdeos invernales y trigo. Si en el mayo podemos recargar un poco más, en algunos lados se podría tener cultivos de avena, cebada y trigo”.

La Responsable del INTA Río Cuarto comentó que han tenido reuniones con diferentes instituciones y se analizó la posibilidad de declarar la emergencia por sequía, “y la verdad es que la productividad de los lotes ha sido heterogénea en cuanto a las precipitaciones recibidas. Hubo zonas mejores en relación a la zona núcleo de Río Cuarto, en donde se ha perdido, en algunos lotes, al cien por cien, sobre todo en los cultivos tardíos, maíz, soja de segunda”.

Enfatizó que hoy se observa mejores resultados entre los productores que hacen buenas prácticas de manejo del campo versus al que no hace manejos adecuados, “el segundo tendrá grandes pérdidas a aquel que hizo las cosas bien, que algo cosechará”.

La Ingeniera Agrónoma explicó que es fundamental el tema de la rotación en los campos, “el maní está dentro de la rotación, el INTA explica que cada cuatro años hay que hacer uno de maní, luego un cultivo de cobertura, maíz, soja y recién volver al maní”. Agregó que a causa de la sequía el sector manisero se vio afectado profundamente, esto hay que tenerlo en cuenta en el contexto de que el Departamento de Río Cuarto es el primer productor del mundo.

“El que trabaja la tierra en forma alquilada o el propietario es que más riesgo está teniendo en relación al que está rentando la tierra”, señaló Canale.

En cuanto a los números de pérdida que implicará la cosecha, Canale dijo que “todavía no se sabe cuál será la pérdida. Los rendimientos no son los que se esperaban, se está cosechando los cultivos de primera, hay una pérdida entre un 30 y 40%. Pero el susto más grande lo tendremos cuando haya que cosechar los cultivos de segunda”.