"Nada es fácil, pero todo es posible", expresaba Bethany Meilani Hamilton. Su historia también inspiró una película.
La historia de Bethany Meilani Hamilton es increíble, sorprendente e inverosímil. Incluso, quizás todos los adjetivos juntos no reflejen el verdadero valor de esta vida de película. A los 13 años, en 2003, mientras surfeaba con sus tres amigos a 300 metros de la orilla en Kauai, un tiburón tigre le arrancó el brazo izquierdo de un mordisco, justo debajo del hombro, mientras esperaba la ola. Gracias a la ayuda de Alana, Byron y Holt Blanchard, Bethany pudo llegar a la orilla con vida y ser trasladada al hospital. Había perdido el 60% de la sangre en su cuerpo.
No solo salvó su vida, sino que, apenas 10 semanas después del accidente, la joven volvió a surfear. "Nada es fácil, pero todo es posible". Incluso cuando estaba internada en el hospital, ya pensaba en volver al agua. Su pasión por el surf era muy grande y su talento para domar olas, innegable. Durante los siguientes años, ella tuvo que adaptarse a un nuevo modo de surf, que requería un manillar en la tabla para sostenerse al momento de pararse en las olas y, por supuesto, una tabla más ancha que le permitiera flotar mejor para remar más convenientemente.
Hamilton nunca se puso barreras. Y hoy sigue siendo un ejemplo luminoso de superación para todos los que saben de su historia. Con la ayuda de sus padres y sus hermanos Noe y Timmy, ella salió adelante y continuó haciendo lo que la hacía más feliz: surfear.
Años más tarde, en 2004, Bethany escribió su autobiografía llamada "Soul Surfer: A True Story of Faith, Family, and Fighting to Get Back on the Board" (Surfista de Alma: la verdadera historia de fe, familia y lucha para regresar a la tabla). En 2007, salió el cortometraje -con otro nombre- y en 2011, la película protagonizada por Anna Sophia Robb (Bethany) y Helen Hunt (su madre), un éxito del género películas familiares que recaudó 10,6 millones dólares durante su primer fin de semana, ocupando el cuarto lugar en la taquilla. Luego, la firma que realizó la película informó que el 80% de la audiencia eran mujeres y que el 56% eran menores de 25 años de edad.
Años después del accidente, Bethany conoció a un chico: Adam Dirks, con quien se casó, en 2013, y tuvo su primer hijo varón Tobias en 2015. Hoy, a los 28 años, Bethany espera su segundo hijo. Eso sí: ni el embarazo la pudo bajar de las tablas.