El lugar fue colmado por jóvenes y la organización se vio desbordada. Por esto, personas que tenían la entrada en su mano no pudieron ingresar por que se vieron colapsadas las instalaciones. El cerco perimetral dispuesto para la seguridad del Papa, por los carabineros, interrumpió el ingreso de personas por un tiempo.
El Papa les tiró la contraseña de Dios a esta multitud. “Permanentemente en sus vidas deben estar preguntándose: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, les dijo el Sumo Pontífice a los fieles.
Esto se suma a la frase del recuerdo, “Hagan lío”.
Un mensaje de Francisco que fue de conciliación y dirigido a la iglesia a cual le dijo que no alcanzaba con contemplar las escrituras, muy por el contrario, había que salir a trabajar para mejorar el mundo.