Por undécima vez de manera oficial -y primera después de la contundente victoria en las legislativas-, el presidente Mauricio Macri llega a esta provincia para recorrer una serie de obras de infraestructura en marcha junto al gobernador Juan Schiaretti.

La visita es también un gesto hacia el mandatario cordobés, quien jugó un rol clave en el acuerdo entre la Casa Rosada y los gobernadores que permitió destrabar el tratamiento en el Congreso del paquete de reformas.

Además, el recorrido de Macri por el departamento San Justo (a unos 200 kilómetros al este de la capital provincial) coincide con el tratamiento en la Unicameral cordobesa del proyecto de presupuesto 2018; desde la Presidencia sugirieron a los integrantes de Cambiemos que acompañen la iniciativa en general.

Recorrida

Macri llegará después de las 11 e inspeccionará la construcción de la autopista de la ruta nacional 19 y las obras de ampliación y mejora de los desagües cloacales en San Francisco y la planta depuradora de Colonia San Bartolomé.

En un principio el Presidente tenía previsto llegar mañana a la capital cordobesa para participar de un "encuentro institucional" del grupo Fiat sobre la inversión de US$ 500 millones para la producción del Cronos. Aunque se cursaron las invitaciones y se contrataron los proveedores, la empresa lo suspendió hace pocos días porque "unificarán" esa ceremonia con la presentación del auto "un día a determinar de febrero".

Macri también intentó venir a Córdoba -un distrito al que le gusta definir como su casa por el peso electoral que tiene para Cambiemos- a la semana de las legislativas. En la oportunidad pensó en recorrer las plantas de Renault Nissan y de Fiat (las dos con inversiones para nuevos modelos) pero finalmente la visita se postergó.

Cada desembarco y encuentro de Macri con Schiaretti genera inquietud entre los socios cordobeses del Presidente que no aceptan el buen vínculo con el gobernador ya que sospechan que podría generar "ruidos" de cara a la elección provincial de 2019.

INTERNA PERONISTA

Esa relación y el rol de Schiaretti en el acuerdo con los gobernadores también provocó una suerte de crisis en la sociedad política entre el gobernador y su antecesor, José Manuel de la Sota. La diputada Adriana Nazario, esposa de De la Sota, no integra el bloque Córdoba Federal, que conformaron el resto de los legisladores peronistas.

Los diputados peronistas Martín Llaryora, Alejandra Vigo y Pablo Cassinerio armaron un bloque con el democristiano cordobés Juan Brugge y ya trabajan en la integración de uno federal, con los legisladores que conforman la liga de gobernadores peronistas. Nazario, en cambio, seguirá con el massismo.

La estrategia de la liga de gobernadores es la que no acepta De la Sota. "Siempre pensó en la reconstrucción del peronismo desde una suerte de elite; no quería a gobernadores como Gildo Insfrán, de Formosa. Por eso ellos también le dieron la espalda", definió a este diario un delasotista de años.

Aquellos legisladores que actúan como nexos entre los dos sectores enfatizaron ante este medio que tanto De la Sota como Schiaretti saben que "pelearse no es negocio; la sociedad tiene vaivenes pero no se romperá fácilmente, la necesidad es la que manda".

La Nación