Cada día es mayor la preocupación por generar conciencia acerca del hábito saludable de higienizarse, especialmente las manos y todo lo que tocamos con ellas.
Una fuerte campaña en todo el planeta tuvo lugar el 15 de octubre, ya que la
Organización Mundial de la Salud reconoce ese día como el Día Mundial del Lavado de Manos para intentar difundir los beneficios preventivos de esta práctica saludable.
El lavado de manos es un hábito que no se debe descuidar, principalmente a la hora de manipular alimentos, antes de comer o después de estornudar o utilizar el baño.
Un estudio realizado por investigadores de la carrera Ingeniería en Alimentos de la Fundación UADE demostró que en el teclado de una computadora o en un celular se pueden observar niveles de suciedad biológica mayores que en el interior de un inodoro.
Asimismo, se pudo determinar, a través de un análisis microbiológico, que la gran mayoría de los contaminantes son bacterias aerobias mesófilas, normalmente encontradas en el ambiente.
Para comparar los resultados de la investigación se realizaron más de 250 determinaciones en 35 baños del conurbano bonaerense midiendo la contaminación por el método de bioluminiscencia, que detecta contaminantes y suciedad presente con actividad biológica en las muestras hisopadas. La contaminación se mide en Unidades Relativas de Luz (RLU); cuanto mayor es la actividad biológica (dada, por ejemplo, por hongos o bacterias) mayor es el índice RLU.
Tal como se puede observar en el gráfico, los niveles de RLU encontrados en el teclado de la PC o el celular tienen índices muy elevados, incluso superiores a los observados en el interior y en la tapa de un inodoro. A su vez, el elemento que se instala en el primer puesto del ranking es el botón del inodoro, demostrando que justamente con nuestras propias manos estamos transportando una gran cantidad de bacterias.
En el estudio realizado por UADE también se analizaron los valores de RLU encontrados en más de 30 manos, observando que las muestras presentaban altos niveles de suciedad biológica, e incluso en algunos casos se registraron niveles más elevados que los observados en la escobilla del baño. La buena noticia es que luego de higienizadas con jabón logran nuevamente valores aceptables inferiores a 20 RLU.
Cada vez es mayor la evidencia que demuestra que el hábito de lavarse correctamente las manos es un gran aliado al momento de prevenir enfermedades y cuidar la salud.
Si bien no es recomendable una limpieza excesiva y obsesiva, ya que hay muchos microbios que colaboran con nuestras actividades metabólicas, es indispensable que cuidemos la higiene de nuestras manos y nuestros hogares para minimizar los riesgos de enfermarnos por contaminación microbiana.