El lenguaje corporal no es el mismo lenguaje mental, o el lenguaje emocional.
El cuerpo tiene su propio lenguaje, habla cuando nos aturdimos con nuestra mente, o con nuestros sentimientos, cuando hay muchas voces externas y nos dispersamos.
El cuerpo habla y llama la atención para que volvamos a esta integración holística que somos, una unidad, cuerpo, mente y afecto.
Nuestro cuerpo es nuestro modo de ser y estar en el mundo, el modo de vincularnos y relacionarnos. Si no lo hacemos bien duele, tira, tensiona. Se llena de síntomas, miedos, pánicos.
¿Cómo volver a habitar el cuerpo? Como decíamos... dos ejercicios naturales que Dios nos regaló al nacer... la respiración y el estiramiento.
Podemos hacerlo de dos modos, como mera gimnasia o en el sentido hebreo, “ejercicio es hacer con fe”, es decir podemos hacerlo como oración, como encuentro en nosotros mismos de la naturaleza humana y la naturaleza espiritual.
Cuando tocamos esa integridad vuelve a ordenarse nuestro ser en la vida y en el amor, encontramos la paz y el sentido de la vida.
Déjate respirar lento suave y profundo... Inhala y cuando largas el aire relájate en ella. 5 o 10 minutos todos los días. Si estás muy agobiada, realízalo varias veces al día.
Y que la paz este contigo.
Por Lic. Isabel Wachowicz
Espacio De Cuerpo al Alma
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