El ambiente de trabajo moderno es altamente sedentario y cognitivamente exigente.
Es común para los estudiantes de escuelas secundarias o universitarios que después de pasar un tiempo preparando una actividad o estudiando para un examen, de repente sientan la sensación de tener mucho “hambre”.
Tareas mentales exigentes, tales como una gran prueba, plazos de entrega u otras tareas extenuantes que realizamos to.
dos los días, afectan las demandas de energía del cerebro y aumentan la ingesta de alimentos.
El principal sustrato del cerebro es la Glucosa, debido a esta baja del azúcar en la sangre, el cerebro siente que pronto necesitará más calorías para poder continuar con la tarea y genera “hambre”.
Es por eso que se tiende a comer de más y mal, primero por una baja del azúcar en la sangre propia al no haber ingerido alimentos por un largo tiempo (HAMBRE FISIOLOGICO) o por el contrario, inducir al picoteo constante y segundo por el factor EMOCIONAL, es decir, comer como un mecanismo de recompensa/premio por haber finalizado dicha tarea, como distracción o entretenimiento al hacer una pausa, aún sin sentir hambre realmente y/o haberse movido o tenido gasto calórico.
Todo esto y sumado a otros factores, como la organización de las comidas diarias, la calidad de la dieta y el estilo de vida en general sedentarismo y estrés interfieren en los atracones, ya que, las situaciones estresantes hoy en día cotidianas nos llevan a tomar malas decisiones alimentarias, eligiendo alimentos con alto contenido en grasas, azucares y sal, que estimulan aún más nuestro cerebro y el deseo por comer… “tenemos cerebros gordos, queriendo ser flacos”
Por suerte, varios estudios exploraron cómo la glucosa y el lactato producido a través del ejercicio podrían servir como una forma de proporcionar energía adicional para la función cerebral, en lugar de consumo de alimento.
Si bien es importante mantener una dieta balanceada, el ejercicio parece ser la respuesta, ya que, es la mejor forma de dar “combustible” al cerebro para realizar esfuerzos mentales y para quienes padecen la época de exámenes o el picoteo de oficina.