Es, sin dudas, el hombre del día. O del fin de semana, para ser más precisos. El director indio Zubin Mehta llegó a Buenos Aires el último viernes y revolucionó el entorno clásico y tanguero de la ciudad. Es que al magnífico concierto que ofreció anteanoche en el Teatro Colón al frente de la Filarmónica de Israel -abriendo así la serie de cuatro encuentros que tendrá con el público porteño y que continúan esta noche y mañana también en el Colón- se le sumó el de ayer al mediodía al aire libre en Puente Alsina, que formó parte del festival de tango. Allí, con la orquesta israelí, ofreció un programa integrado por obras de Verdi, Mozart, Strauss y Ravel que cerró con el tango "Por una cabeza", de Gardel y Lepera. Su regalo a la ciudad. "El tango es cada vez más popular en todas partes. Cuando entramos el viernes [a la sede del mundial de tango] vimos a unas 50 parejas de gente común bailando; me quería quedar observando a cada una de ellas. Le dije a la orquesta que debería venir a mirar para [afinar] nuestra interpretación, para absorber la atmósfera y la técnica. El festival de tango es toda una revelación para nosotros", declaró Mehta en una conferencia de prensa a poco de llegar.

Si hay un nombre entre las celebridades de la música clásica que tiene la marca registrada de los conciertos multitudinarios ése es Zubin Mehta, un carismático de la batuta que ha sabido como pocos conjugar excelencia y popularidad. A cargo de la Filarmónica de Israel, Mehta brindó una muestra de su expansiva habilidad frente a unas 3.000 personas, enfundadas en abrigos, gorros, guantes y bufandas, congregadas desde temprano en el escenográfico Puente Alsina para escuchar el concierto libre y gratuito ofrecido por el Ministerio de Cultura porteño, en el marco del Festival de Tango de Buenos Aires. No obstante las bajas temperaturas, el sol se hizo presente con unos tibios rayos templando la mañana del domingo.

Ya desde el inicio, a las 11.30 -con la apasionada obertura de La Forza del Destino (Verdi) y a continuación con la famosa Sinfonía N ° 40 de Mozart, cuyos primeros acordes se hicieron reconocibles en los suspiros del público-, la sensación térmica del concierto fue marcando un termómetro propio, alcanzando su más cálido momento en la hora de los valses. Johann Strauss brilló con El murciélago , la polca Tritsch-Tratsch y Las voces de la primavera , esas voces sinfónicas que, en pleno invierno porteño, rebosantes de gracia vienesa, le invitaron un inolvidable vals a Pompeya.

Mientras algunas parejas se ponían de pie para bailar al compás de la Filarmónica, Mehta giró hacia el público y, con enfática sonrisa, cerró la obra agradeciendo la genuina alegría y espontaneidad de la gente. Se sumaron Ravel, Tchaikovsky y Gardel, en una sutil versión de "Por una cabeza", una cortesía de Mehta que unió la jornada clásica con el Festival de Tango en un acontecimiento que por una mañana convirtió a los vecinos de Pompeya en los más orgullosos anfitriones de la música.

Aunque los organizadores afirmaron que hubo una concurrencia de 10.000 personas, la gran cantidad de butacas vacías hace pensar que una estimación más real serían 3000 espectadores. Incluso de las tres pantallas gigantes instaladas como para que una multitud pudiera apreciar el concierto sólo una contaba con público a su alrededor.

AL RECUERDO DE JEANNETTE

El Ministerio de Cultura rindió un merecido homenaje a Jeannette Arata de Erize, gran mentora de la vida musical argentina, fallecida el 8 del actual, con la previa proyección en pantallas gigantes de un video con placa alusiva, sobre imágenes en blanco y negro de quien fue la fundadora y presidenta del Mozarteum, al lado de emblemáticas figuras de la música, entre ellas el propio Zubin Mehta, amigo entrañable que la acompañó a lo largo de sus fructíferas temporadas. El próximo concierto de la Orquesta Filarmónica de Israel será mañana, a las 20.30, en el Teatro Colón, donde se interpretarán la Sinfonía N° 40, de Mozart, y la Sinfonía N° 5, de Mahler.

Fuente: lanación.com