Científicos neocelandeses encontraron en un refugio de la Antártida un budín con frutas de hace 106 años. Estaba en perfecto estado y podría haber pertenecido a la expedición de Robert Falcon Scott, anunció la fundación Antarctic Heritage en Christchurch.
El budín, fabricado por la empresa británica Huntley & Palmers, aún se encontraba envuelto en papel y en una lata de estaño.
Los científicos analizaron varias latas que encontraron en el refugio construido en 1899 por investigadores noruegos en el Cabo Andare.
Algunos miembros de la desafortunada expedición a la Antártida del británico Robert Falcon Scott se alojaron allí en 1911.
Los investigadores creen que el budín pertenecía al equipo de Scott, que llegó al Antártida en enero de 1912, después de que lo consiguiese la del noruego Roald Amundsen.
La expedición de Scott murió durante el viaje de vuelta. Los científicos neozelandeses se llevaron una gran sorpresa al encontrar el budín “perfectamente conservado”, declaró la directora del proyecto de investigación, Lizzie Meek.
El budín de fruta es ideal para las condiciones de la Antártida por su elevado contenido de energía.
Aunque el budín aún tiene aspecto de ser comestible, los investigadores prefirieron no probarlo, ya que eso contradice la ética científica, aseguró la web de noticias neozelandesa
Newshub.
”El budín de fruta volverá al lugar del que vino, a una estantería del refugio”, explicó Meek. Los visitantes podrán verlo allí junto a los demás hallazgos.
La Vanguardia