Los aportes de lluvias en el cinturón sojero maicero en Estados Unidos hicieron descender las cotizaciones esta semana donde parece que los precios de los granos no encuentran un piso.

Las noticias fundamentales empujan hacia abajo y no aparecen elementos técnicos que otorguen soporte, los fondos de inversión otra vez hacen de las suyas y comienzan a vender para desarmar su posición comprada.

Mientras tanto los productores observan la evolución de las cotizaciones, y en un clima de tanta incertidumbre es difícil tomar decisiones acertadas. Esta es una característica propia de lo que se denomina el Mercado Climático Americano, (en esta instancia deberíamos decir norteamericano), que entra en su etapa final y ahora se definen en estos días el rendimiento de la soja que está en el hemisferio norte en la época de llenado de granos, etapa crítica para definir la producción.

Dejando de lados estos ajustes coyunturales provocados por el clima es importante recordar que este año tendremos mayor superficie de soja en el país del norte, que los rindes proyectados cubrirán la demanda y crecerán los stocks finales. Esta situación no es igual para el maíz que cedió superficie a la oleaginosa y los rindes proyectados no alcanzarán a cubrir la demanda, por ende existe una reducción en los stocks finales.

La falta de agua en la época de floración del maíz ya ocurrió, y no se descarta que sufra nuevos ajustes en el próximo informe del USDA.

En consecuencia esta baja por simpatía en el cereal no tiene demasiados argumentos pero sin embargo termina afectando a los productores que todavía no pueden terminar de recolectar el maíz de segunda.

Sin dudas que se perdieron algunas oportunidades de buen precio para la posición Diciembre, pero el mercado en maíz puede otorgarle revancha.

A pesar de la insistencia en el uso de herramientas de coberturas, el productor local prefiere ir vendiendo a medida que necesita el dinero. Este año la revaluación del Dólar lo ayuda a disimular las oportunidades no aprovechadas; pero es importante destacar que no siempre tenemos suerte.

Por Juan Vasquetto