Con autoridad, en un partido un tanto deslucido pero plagado de emociones, Hindú se llevó su octavo título nacional (y el tercero consecutivo, por primera vez en la historia) tras vencer a Tala por 20 a 10. Ambos protagonizaron un primer tiempo parejo en los primeros cuarenta minutos al menos, desde el resultado, ya que la placa del entretiempo marcó 10-10 (un try convertido y un penal por lado) pero en el desarrollo, Tala tuvo más la pelota que su rival, aunque pudo aprovechar menos su utilización.
Hindú, en cambio, fue más quirúrgico, más preciso en sus intervenciones ofensivas. Sin embargo en defensa, Don Torcuato hizo más penales y tuvo dos amarillas por sendas infracciones, lo que le facilitó a Tala posicionarse para jugar en campo rival, pero ese jugar en terreno ajeno no lo pudo reflejar en puntos aún con superioridad numérica durante veinte minutos.
Hindú llegó al try a través de una gran jugada colectiva de sus backs, mientras que Tala lo hizo sobre el mismo final de la etapa, después de un jugada desde el line. Ambos tries fueron de primera fase.
En la segunda mitad, el partido continuó casi tal como había finalizado la primera, con el conjunto cordobés tomando la iniciativa e Hindú intentando sacar provecho de la velocidad y ductilidad de sus hombres. Primero, Stefano Ambrosio, visiblemente golpeado, marró un penal factible que le hubiera dado la ventaja.
Entonces luego, un penal de Tito Díaz Bonilla fue lo que alteró el tanteador allá por el minuto cincuenta y seis y desde allí, hasta el final, todo fue monopolizado por el conjunto torcuatense, que anotó un try a través de su pilar Martínez Sosa y aunque tuvo más situaciones favorables para sumar de a cinco, las mismas se vieron truncadas.
De todas maneras, la victoria parecía ya tener dueño desde aquel punto de inflexión que significó el try del primera línea de Hindú.